Cueva Román, los investigadores buscan nuevas galerías.
Con una cámara térmica y con un barco robotizado, exploran lo que hay detrás de los muchos derrumbes en las zonas inundadas.
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| Foto: GTE Universidad de Zaragoza |
El Grupo de Tecnologías en Entornos Hostiles (GTE) de la Universidad de Zaragoza continúan con el estudio en la cueva Román, donde se encontraba una reserva de agua del asentamiento romano Clunia Sulpicia.
Un equipo formado por ingenieros y espeleólogos se encarga desde hace años de proporcionar a los arqueólogos el material necesario para seguir la pista a estas galerías, su uso y lo que contienen, como el santuario priápico y el conjunto de inscripciones que hay.
En este estudio del GTE, destaca el modelo digital de la cueva, la enumeración de las figuras de barro e inscripciones y la exploración de nuevas galerías. Están intentando abrir nuevos pasos y encontrar nuevas técnicas para localizar nuevas bocas, trabajando con una cámara térmica.
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